La cinofobia proviene de las palabras griegas que significan "perro" (cyno) y? miedo? (fobia). Una persona que tiene cinofobia experimenta un miedo a los perros que es tanto irracional como persistente. Es más que sentirse incómodo con ladrar o estar rodeado de perros. En cambio, este temor puede interferir con la vida diaria y desencadenar una serie de síntomas, como dificultad para respirar o mareos.
Las fobias específicas, como la cinofobia, afectan a entre el 7 y el 9 por ciento de la población. Son lo suficientemente comunes como para ser reconocidos formalmente en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, quinta edición (DSM-5). ¿La cinofobia cae bajo el? Animal? especificador Alrededor de un tercio de las personas que buscan tratamiento para fobias específicas tienen un miedo irracional a los perros o gatos.
Los investigadores estiman que hay más de 62,400,000 perros viviendo en los Estados Unidos. Así que sus posibilidades de encontrarse con un perro son relativamente altas. Con la cinofobia, puede experimentar síntomas cuando está cerca de perros o incluso cuando solo está pensando en ellos.
Los síntomas asociados con fobias específicas son altamente individuales. No hay dos personas que puedan experimentar el miedo o ciertos desencadenantes de la misma manera. Sus síntomas pueden ser físicos, emocionales o ambos.
Los síntomas físicos incluyen:
Los síntomas emocionales incluyen:
Los niños también tienen síntomas específicos. Cuando están expuestos a lo que el niño teme, pueden:
Por ejemplo, un niño puede negarse a dejar el lado de un cuidador cuando hay un perro cerca.
Puede o no ser capaz de concentrarse exactamente en el momento en que comenzó su miedo o lo que lo causó por primera vez. Su miedo puede aparecer agudamente debido a un ataque de perro, o desarrollarse más gradualmente con el tiempo. También hay ciertas situaciones o predisposiciones, como la genética, que pueden aumentar el riesgo de tener cinofobia.
Los factores de riesgo específicos pueden incluir:
Para ser diagnosticado formalmente con una fobia específica como la cinofobia, debe haber experimentado sus síntomas durante seis meses o más. Si ha notado que su miedo a los perros ha comenzado a impactar su vida diaria, puede llevar un diario personal para compartir con su médico.
Pregúntese:
Si respondió afirmativamente a estas preguntas, puede cumplir con los criterios de diagnóstico establecidos por el DSM-5 para una fobia específica. Su médico puede ayudar.
Una vez que haga una cita, es probable que su médico le haga preguntas sobre los síntomas que está experimentando, así como preguntas sobre su historial psiquiátrico y social.
No todas las fobias requieren tratamiento por parte de su médico. Cuando el miedo se vuelve tan intenso que evita los parques u otras situaciones en las que puede encontrarse con perros, hay una variedad de opciones disponibles. El tratamiento incluye cosas como la terapia o tomar ciertos medicamentos.
La terapia cognitiva conductual (TCC) puede ser increíblemente eficaz para tratar fobias específicas. Algunas personas reportan resultados en tan solo 1 a 4 sesiones con un terapeuta.
La terapia de exposición es una forma de TCC donde las personas enfrentan los temores de frente. Si bien algunas personas pueden obtener beneficios de la terapia de exposición in vivo o estar cerca de perros en la vida real, otras pueden obtener un beneficio similar de lo que se denomina exposición imaginal activa (AIE), o imaginarse a sí mismos realizando tareas con un perro.
En un estudio realizado en 2003, 82 personas con cinofobia pasaron por terapias de exposición imaginarias o in vivo. A algunas personas se les pidió que asistieran a la terapia donde interactuaban con perros con correa, mientras que a otras se les pedía que simplemente se imaginaran haciendo diferentes tareas con los perros mientras los representaban. Todas las personas mostraron una mejora significativa después de la exposición, ya fuera real o imaginada. Las tasas de mejoría para la terapia in vivo fueron del 73,1 por ciento. Las tasas de mejoría para la terapia AIE fueron 62.1 por ciento.
Los investigadores concluyeron que AIE es una buena alternativa a la terapia in vivo.
La psicoterapia es generalmente efectiva para tratar fobias específicas como la cinofobia. Para casos más graves, los medicamentos son una opción que puede usarse junto con terapia o a corto plazo si existe una situación en la que estarás rodeado de perros.
Los tipos de medicamentos pueden incluir:
Si su cinofobia es leve, puede beneficiarse de diferentes opciones de estilo de vida que pueden ayudar a aliviar los síntomas desencadenados por sus temores. Pruebe diferentes técnicas de relajación cuando se sienta ansioso, como hacer ejercicios de respiración profunda o practicar yoga. El ejercicio regular es otra herramienta poderosa que puede ayudarlo a manejar su fobia a largo plazo.
Para casos más graves, consulte a su médico. Los tratamientos como la terapia conductual son generalmente más efectivos cuanto antes se comienza. Sin tratamiento, las fobias pueden provocar complicaciones más graves, como trastornos del estado de ánimo, abuso de sustancias o incluso suicidio.