El chordee ocurre cuando el pene se curva hacia arriba o hacia abajo. Por lo general, ocurre al final del pene en el glande, o la punta.
El acordeón es relativamente común y ocurre en aproximadamente 1 de cada 200 nacimientos de niños varones. Es una afección congénita, lo que significa que su hijo puede nacer con ella. Si este es el caso, su médico probablemente lo diagnosticará de inmediato y le hablará sobre la posible cirugía para su hijo.
El chordee puede ocurrir con hipospadias. Hipospadias es una afección en la cual la abertura uretral se encuentra en la parte inferior del pene en lugar de en la punta. La apertura puede ubicarse en uno de varios lugares posibles:
El síntoma más visible del chordee es una curva pronunciada del pene, ya sea hacia arriba o hacia abajo. Esta curva puede comenzar desde la base del pene cerca de los testículos hasta el comienzo del glande.
Si también tiene hipospadias, su orina puede salpicar o ir en dirección involuntaria cuando orina. Este síntoma no ocurre en todos los casos, sin embargo.
Otros posibles síntomas de chordee incluyen:
En algunos hombres, el sexo puede ser incómodo, difícil o imposible debido a la forma del pene.
En casos leves de acordeón, una persona puede no notar que su pene está curvado hasta que obtiene su primera erección durante la pubertad.
El acordeón puede ocurrir cuando el pene deja de crecer repentinamente mientras el feto se desarrolla durante el embarazo por una de varias razones. La investigación sugiere que los tejidos que eventualmente se convierten en el pene normalmente están curvados alrededor de la décima semana de embarazo. Si el niño nace con un pene curvado, esto significa que los tejidos pueden haber dejado de desarrollarse alrededor de ese tiempo y permanecer curvados.
Los médicos no están seguros de lo que hace que los tejidos dejen de crecer. La genética puede ser parte de la razón. La circuncisión realizada mientras el pene de un niño está inflamado también puede causar chordee. Esto se debe a que el tejido cicatricial espeso y curativo puede empujar el pene hacia arriba o hacia abajo, lo que hace que se doble.
Debido a que la chordee es congénita, es posible que su médico pueda diagnosticarla al detectar los síntomas en el pene cuando nace su hijo. Otras pruebas de diagnóstico incluyen:
Su médico puede referirlo a un urólogo pediátrico para confirmar el diagnóstico y realizar cualquier cirugía necesaria.
Su médico discutirá los beneficios y riesgos antes de la cirugía y si su hijo necesita dejar de tomar algún medicamento.
Su médico puede tratar la chordee enderezando el pene de su hijo y asegurándose de que la abertura uretral esté en la punta del pene. Para hacer esto, su cirujano:
Para tratar las hipospadias, su cirujano también:
Su cirujano puede usar una técnica de cirugía plástica llamada plastia en Z para tratar las cicatrices que pueden haber causado la acorde después de la circuncisión.
Debería poder llevar a su hijo a casa poco después de la cirugía. Su médico puede colocar un catéter en la vejiga de su hijo durante aproximadamente una semana para que puedan orinar hasta que la uretra sane.
Durante la recuperación:
Alguna hinchazón es normal.
Las posibilidades de éxito son mucho mayores si la cirugía se realiza entre los 4 y 6 meses de edad. La cirugía de chordee puede ser más compleja si se posterga hasta la edad adulta.
Llame a su médico de inmediato si nota alguna de las siguientes complicaciones después de la cirugía de su hijo:
Si es un adulto que se realiza este procedimiento, evite la actividad física, incluido el sexo, hasta que su médico le indique que puede reanudar el tratamiento, generalmente entre cuatro y ocho semanas después de la cirugía.
Las cirugías de chordee e hipospadias tienen una alta probabilidad de éxito. Casi todos los niños que se someten a una cirugía para el acordeón pueden orinar adecuadamente y tienen una curvatura mínima en el pene.
Su médico le informará de inmediato si necesita operar un chordee después de que nazca su hijo. A veces, la curva del pene es solo menor, y su médico puede decirle que la cirugía no es necesaria para que su hijo orine adecuadamente o que pase por la pubertad sin complicaciones.