Condromalacia patelar, también conocida como "rodilla de corredor". es una condición en la que el cartílago en la superficie inferior de la rótula (rótula) se deteriora y se ablanda. Esta condición es común entre individuos jóvenes y atléticos, pero también puede ocurrir en adultos mayores que tienen artritis de la rodilla.
La condromalacia se ve a menudo como una lesión por uso excesivo en los deportes, y a veces tomarse unos días libres de entrenamiento puede producir buenos resultados. En otros casos, la alineación incorrecta de la rodilla es la causa y simplemente descansar no proporciona alivio. Los síntomas de la rodilla del corredor son dolor en la rodilla y sensaciones de movimiento, pero muchas personas que la padecen nunca buscan tratamiento médico.
Su rótula normalmente se encuentra en la parte frontal de la articulación de su rodilla. Cuando dobla la rodilla, la parte posterior de su rótula se desliza sobre el cartílago de su fémur, o hueso del muslo, en la rodilla. Los tendones y los ligamentos sujetan la rótula a la espinilla y al músculo del muslo. Cuando alguno de estos componentes no se mueve correctamente, puede hacer que la rótula se frote contra el hueso del muslo. Este roce anormal puede llevar al deterioro de la rótula, lo que da lugar a condellalas rotulianas o rodilla del corredor.
El movimiento inadecuado de la rótula puede resultar de:
Existe una variedad de factores que pueden aumentar su riesgo de desarrollar condromalacia rotuliana.
Los adolescentes y adultos jóvenes están en alto riesgo de esta condición. Durante las etapas de crecimiento, los músculos y los huesos se desarrollan rápidamente, lo que puede contribuir a los desequilibrios musculares a corto plazo.
Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar la rodilla de corredor, ya que típicamente poseen menos masa muscular que los hombres. Esto puede causar una posición anormal de la rodilla, así como una mayor presión lateral (lateral) en la rótula.
Tener pies planos puede poner más tensión en las articulaciones de la rodilla que tener arcos más altos.
Una lesión previa en la rótula, como una dislocación, puede aumentar su riesgo de desarrollar la rodilla del corredor.
Si tiene un alto nivel de actividad o realiza ejercicios frecuentes que ejercen presión sobre las articulaciones de las rodillas, esto puede aumentar el riesgo de problemas de rodilla.
La rodilla del corredor también puede ser un síntoma de artritis, una condición que causa inflamación en la articulación y el tejido. La inflamación puede evitar que la rótula funcione correctamente.
La condromalacia patelar típicamente se presenta como dolor en la región de la rodilla, conocida como dolor patelofemoral. Puede sentir sensaciones de rechinamiento o agrietamiento al doblar o extender la rodilla. El dolor puede empeorar después de estar sentado durante un período prolongado de tiempo o durante actividades que ejercen una presión extrema sobre las rodillas, como estar de pie durante un período prolongado o hacer ejercicio.
Hable con su médico si tiene dolor de rodilla que no mejora en unos pocos días.
Su médico buscará áreas de hinchazón o sensibilidad en la rodilla. También pueden ver cómo se alinea la rótula con el hueso del muslo. Una desalineación puede ser un indicador de condromalacia rótula. Su médico también puede aplicar presión resistiva a la rótula extendida para determinar la sensibilidad y la gravedad.
Luego, su médico puede solicitar cualquiera de las siguientes pruebas para ayudar en el diagnóstico y la clasificación:
Hay cuatro grados, que van del grado 1 al 4, que designan la gravedad de la rodilla del corredor. El grado 1 es menos severo, mientras que el grado 4 indica la mayor gravedad.
El objetivo del tratamiento es reducir la presión sobre la rótula y la articulación. El descanso, la estabilización y la formación de hielo en la articulación pueden ser la primera línea de tratamiento. El daño del cartílago que resulta en la rodilla del corredor a menudo se puede reparar con reposo.
Su médico puede recetarle varias semanas de medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, para reducir la inflamación alrededor de la articulación. Si la hinchazón, la sensibilidad y el dolor persisten, se pueden explorar las siguientes opciones de tratamiento.
La fisioterapia centrada en fortalecer los cuadriceps, los isquiotibiales, los aductores y los abductores puede ayudar a mejorar la fuerza y el equilibrio de los músculos. El equilibrio muscular ayudará a prevenir la desalineación de la rodilla.
Por lo general, se recomiendan los ejercicios sin carga, como nadar o andar en bicicleta estacionaria. Además, los ejercicios isométricos que implican apretar y liberar los músculos pueden ayudar a mantener la masa muscular.
La cirugía artroscópica puede ser necesaria para examinar la articulación y determinar si hay una desalineación de la rodilla. Esta cirugía consiste en insertar una cámara en su articulación a través de una pequeña incisión. Un procedimiento quirúrgico puede solucionar el problema. Un procedimiento común es una liberación lateral. Esta operación implica cortar algunos de sus ligamentos para liberar la tensión y permitir más movimiento.
Otras opciones quirúrgicas pueden incluir suavizar la parte posterior de la rótula, implantar un injerto de cartílago o reubicar la inserción del músculo del muslo.
Puede ayudar a reducir su riesgo de desarrollar una rodilla de corredor siguiendo estas recomendaciones:
Finalmente, el exceso de peso corporal puede estresar las rodillas. Mantener un peso corporal saludable puede ayudar a aliviar la presión sobre las rodillas y otras articulaciones. Puede tomar medidas para perder peso al reducir su consumo de azúcar y grasa, comer muchas verduras, frutas y granos enteros, y hacer ejercicio durante al menos 30 minutos al día, cinco veces por semana.