Un pene enterrado es un pene que está cubierto por el exceso de piel en el área púbica o en el escroto. El escroto es el saco de piel que rodea los testículos. El pene es generalmente de longitud y función normal, pero está oculto.
La condición puede ser causada por:
Puede afectar la micción y la excitación sexual, pero generalmente se puede tratar con cirugía. El pene enterrado también puede causar vergüenza y daño psicológico.
Un pene enterrado puede resultar de varias causas. Incluyen:
No parece que la condición sea un rasgo heredado o tenga algo que ver con las hormonas de una persona.
Si sospecha que puede haber algo inusual en el pene de su bebé recién nacido, demore la circuncisión hasta que se pueda realizar un examen más exhaustivo.
El pene enterrado no es común. Un estudio encontró que estaba presente en menos del 4 por ciento de los niños recién nacidos en Japón. La condición tiende a ser congénita, lo que significa que está presente cuando nace un bebé. También puede desarrollarse en la niñez o en la edad adulta, aunque la incidencia de penes enterrados entre hombres y hombres mayores no es bien conocida.
Un pene enterrado puede causar problemas para orinar en hombres de cualquier edad. La orina puede golpear frecuentemente el escroto o los muslos. Puede provocar irritación de la piel e infecciones del tracto urinario. La piel del pene también puede inflamarse. Las infecciones, como la balanitis, también son comunes debido a los problemas de higiene.
En varones adolescentes y adultos, un pene enterrado puede hacer que sea más difícil lograr una erección. Si una erección es posible, todavía puede ser difícil tener relaciones sexuales. Los problemas psicológicos relacionados con la baja autoestima, la ansiedad y la depresión suelen afectar a los hombres con pene enterrado.
El pene enterrado generalmente se puede diagnosticar con un examen físico. Su médico debe poder distinguir el pene enterrado de una condición diferente, conocida como micropene, que es un pene pequeño. Si usted o su hijo tiene síntomas de un pene enterrado, debe consultar a un médico.
La cirugía suele ser necesaria para tratar el pene enterrado. En niños muy pequeños, la condición puede resolverse sin ninguna intervención. Para niños y adultos con obesidad mórbida, la pérdida de peso puede ayudar. Sin embargo, perder peso generalmente no es suficiente para tratar completamente el problema.
Si se necesita algún tipo de cirugía, las opciones quirúrgicas son:
Los antibióticos pueden ser necesarios si se ha desarrollado una infección en el área genital. Además, puede necesitarse asesoramiento psicológico si la afección es lo suficientemente grave como para que afecte a usted o a la salud sexual y la autoestima de su hijo.
Para un mejor resultado a largo plazo, las intervenciones quirúrgicas deben realizarse a una edad temprana. A medida que los hombres envejecen y tienen erecciones más frecuentes y una mayor acumulación de grasa en el área púbica, las soluciones quirúrgicas se vuelven más difíciles. No hay buenos datos sobre la probabilidad de que el pene enterrado se resuelva solo en la adolescencia o en la edad adulta cuando se diagnostica en un bebé o un niño pequeño.
Una cirugía exitosa puede hacer una gran diferencia en la vida de una persona que vive con un pene enterrado. Los problemas con la micción y la función sexual a menudo se eliminan. Si se necesitan injertos de piel, solo se necesita un período de varias semanas para que se recupere la apariencia del pene.
Una vez que la condición ha sido tratada, es poco probable que regrese de alguna forma. Si la obesidad u otra condición manejable fue un factor, será importante mantener un peso saludable y una buena salud después de la cirugía. También debe hablar con su médico sobre la higiene genital adecuada, así como los posibles signos de complicaciones o efectos secundarios de su tratamiento.