Una pierna rota es una ruptura o grieta en uno de los huesos de su pierna. También se le conoce como fractura de pierna.
Una fractura puede ocurrir en el:
Sus tres huesos de la pierna son los huesos más largos de su cuerpo. El fémur es el más largo y fuerte.
Debido a que se necesita tanta fuerza para romperla, una fractura de fémur suele ser obvia. Las fracturas en los otros dos huesos de la pierna pueden ser menos obvias. Los síntomas de roturas en los tres podrían incluir:
Las tres causas más comunes de una pierna rota son:
El tipo y la gravedad de una fractura ósea dependen de la cantidad de fuerza que causó el daño.
Una fuerza menor que solo supera el punto de ruptura del hueso puede romper el hueso. Una fuerza extrema puede romper el hueso.
Los tipos comunes de huesos rotos incluyen:
La forma en que su médico trata su fractura de pierna depende de la ubicación y el tipo de fractura. Parte del diagnóstico de su médico es determinar en qué clasificación cae la fractura. Éstos incluyen:
El tratamiento primario para un hueso roto es asegurarse de que los extremos del hueso estén correctamente alineados y luego inmovilizar el hueso para que pueda sanar correctamente. Esto comienza con el ajuste de la pierna.
Si se trata de una fractura desplazada, es posible que su médico necesite maniobrar los pedazos de hueso en la posición correcta. Este proceso de posicionamiento se llama reducción. Una vez que los huesos están correctamente posicionados, la pierna suele estar inmovilizada con una férula o yeso hecho de yeso o fibra de vidrio.
En algunos casos, los dispositivos de fijación interna, como barras, placas o tornillos, deben implantarse quirúrgicamente. Esto es a menudo necesario con lesiones tales como:
En algunos casos, su médico puede recomendar un dispositivo de fijación externo. Este es un marco que está fuera de su pierna y se adhiere a través del tejido de su pierna en el hueso.
Su médico puede recomendar analgésicos de venta libre como el paracetamol (Tylenol) o el ibuprofeno (Advil) para ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
En caso de dolor intenso, su médico podría recetarle un medicamento más fuerte para aliviar el dolor.
Una vez que su pierna está fuera de su férula, yeso o dispositivo de fijación externa, su médico puede recomendarle terapia física para disminuir la rigidez y devolver el movimiento y la fuerza a su pierna en recuperación.
Existen complicaciones que pueden surgir durante y después del proceso de curación de la pierna rota. Estos pueden incluir:
Puede tomar de varias semanas a varios meses para que su pierna rota se cure. Su tiempo de recuperación dependerá de la gravedad de la lesión y de cómo siga las instrucciones de su médico.
Si tiene una férula o yeso, su médico podría recomendarle que use muletas o un bastón para mantener el peso fuera de la pierna afectada durante seis a ocho semanas o más.
Si tiene un dispositivo de fijación externo, lo más probable es que su médico lo retire después de unas seis a ocho semanas.
Durante este período de recuperación, es muy probable que su dolor se detenga mucho antes de que la fractura sea lo suficientemente sólida como para manejar la actividad normal.
Después de que le retiren el yeso, la ortesis u otro dispositivo de inmovilización, su médico puede sugerirle que continúe limitando el movimiento hasta que el hueso esté lo suficientemente sólido como para que regrese a su nivel de actividad normal.
Si su médico recomienda fisioterapia y ejercicio, puede tomar varios meses o incluso más para completar la curación de una fractura severa de la pierna.
Su tiempo de recuperación también puede verse afectado por:
Si piensa o sabe que se ha roto una pierna, busque atención médica de inmediato.
Romper una pierna y su tiempo de recuperación tendrá un gran impacto en su movilidad y estilo de vida. Sin embargo, cuando se trata de manera rápida y adecuada, es común recuperar la función normal.