La parálisis de Bell es una condición que causa una debilidad temporal o parálisis de los músculos de la cara. Puede ocurrir cuando el nervio que controla los músculos faciales se inflama, se inflama o se comprime.
La condición hace que un lado de su cara se caiga o se ponga rígido. Puede tener dificultades para sonreír o cerrar el ojo del lado afectado. En la mayoría de los casos, la parálisis de Bell es temporal y los síntomas generalmente desaparecen después de unas pocas semanas.
Aunque la parálisis de Bell puede ocurrir a cualquier edad, la condición es más común entre las personas de entre 16 y 60 años. La parálisis de Bell lleva el nombre del anatomista escocés Charles Bell, quien fue el primero en describir la condición.
Los síntomas de la parálisis de Bell pueden desarrollarse una o dos semanas después de tener un resfriado, una infección de oído o una infección ocular. Por lo general, aparecen abruptamente, y es posible que los note cuando se levanta por la mañana o cuando intenta comer o beber.
La parálisis de Bell está marcada por un aspecto caído en un lado de la cara y la incapacidad de abrir o cerrar el ojo en el lado afectado. En casos raros, la parálisis de Bell puede afectar ambos lados de su cara.
Otros signos y síntomas de la parálisis de Bell incluyen:
Llame a su médico de inmediato si presenta alguno de estos síntomas. Nunca debes auto diagnosticar la parálisis de Bell. Los síntomas pueden ser similares a los de otras afecciones graves, como un accidente cerebrovascular o un tumor cerebral.
La parálisis de Bell se produce cuando el séptimo nervio craneal se inflama o se comprime, lo que resulta en debilidad o parálisis facial. Se desconoce la causa exacta de este daño, pero muchos investigadores médicos creen que lo más probable es que sea desencadenado por una infección viral.
Los virus / bacterias que se han relacionado con el desarrollo de la parálisis de Bell incluyen:
Su riesgo de desarrollar la parálisis de Bell aumenta si usted:
Su médico primero realizará un examen físico para determinar la extensión de la debilidad en los músculos faciales. También le harán preguntas sobre sus síntomas, incluso cuándo ocurrieron o cuándo los notó por primera vez.
Su médico también puede usar una variedad de pruebas para hacer un diagnóstico de parálisis de Bell. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre para detectar la presencia de una infección bacteriana o viral. Su médico también podría usar una resonancia magnética o tomografía computarizada para revisar los nervios en su cara.
En la mayoría de los casos, los síntomas de la parálisis de Bell mejoran sin tratamiento. Sin embargo, puede tomar varias semanas o meses para que los músculos de su cara recuperen su fuerza normal.
Los siguientes tratamientos pueden ayudar en su recuperación.
La mayoría de las personas que tienen un episodio de parálisis de Bell se recuperarán completamente sin complicaciones. Sin embargo, pueden ocurrir complicaciones en casos más severos de parálisis de Bell. Estos incluyen los siguientes:
El pronóstico para las personas con parálisis de Bell suele ser bueno. El tiempo de recuperación puede variar dependiendo de la severidad del daño nervioso. En general, sin embargo, las personas pueden ver una mejoría dentro de las dos semanas posteriores a la aparición inicial de los síntomas. La mayoría se recuperará por completo dentro de tres a seis meses, pero puede ser más largo para las personas con casos más graves de parálisis de Bell. En casos raros, los síntomas pueden continuar regresando o pueden ser permanentes.
Llame a su médico de inmediato si muestra signos de parálisis de Bell. Un tratamiento rápido puede ayudar a acelerar el tiempo de recuperación y prevenir cualquier complicación.