El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno común del desarrollo neurológico. Es más a menudo diagnosticado en la infancia. Según los Centros para el Control de Enfermedades, se cree que alrededor del 5 por ciento de los niños estadounidenses tienen TDAH.
Los síntomas comunes del TDAH incluyen hiperactividad, impulsividad y una incapacidad para enfocar o concentrarse. Los niños pueden superar sus síntomas de TDAH. Sin embargo, muchos adolescentes y adultos continúan experimentando los síntomas del TDAH. Con tratamiento, los niños y los adultos pueden tener una vida feliz y bien adaptada con TDAH.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, el objetivo de cualquier medicamento para el TDAH es reducir los síntomas. Ciertos medicamentos pueden ayudar a un niño con TDAH a concentrarse mejor. Junto con la terapia conductual y el asesoramiento, la medicina puede hacer que los síntomas del TDAH sean más manejables.
La medicina para el TDAH se considera segura y efectiva. Los riesgos son pequeños y los beneficios están bien documentados.
Sin embargo, la supervisión médica adecuada sigue siendo importante. Algunos niños pueden desarrollar efectos secundarios más molestos que otros. Muchos de estos pueden manejarse trabajando con el médico de su hijo para modificar la dosis o cambiar el tipo de medicamento utilizado. Muchos niños se beneficiarán de una combinación de medicamentos y terapia conductual, capacitación o asesoramiento.
Se recetan varios medicamentos para tratar los síntomas del TDAH. Éstos incluyen:
Los psicoestimulantes, también llamados estimulantes, son el tratamiento más comúnmente recetado para el TDAH.
La idea de darle un estimulante a un niño hiperactivo puede parecer una contradicción, pero décadas de investigación y uso han demostrado que son muy efectivos. Los estimulantes tienen un efecto calmante en los niños que tienen TDAH, por lo que se usan. A menudo se administran en combinación con otros tratamientos con resultados muy exitosos.
Hay cuatro clases de psicoestimulantes:
Los síntomas y el historial de salud personal de su hijo determinarán el tipo de medicamento que un médico le receta. Es posible que un médico deba probar varios de estos antes de encontrar uno que funcione.
Los efectos secundarios comunes de los estimulantes incluyen disminución del apetito, problemas para dormir, malestar estomacal o dolor de cabeza, según el Instituto Nacional de Salud Mental.
Es posible que su médico deba ajustar la dosis de su hijo para aliviar algunos de estos efectos secundarios. La mayoría de los efectos secundarios se desvanecen después de varias semanas de uso. Si los efectos secundarios persisten, pregúntele al médico de su hijo si puede probar un medicamento diferente o cambiar la forma del medicamento.
Los efectos secundarios más graves, pero menos comunes, pueden ocurrir con los medicamentos para el TDAH. Incluyen:
Si cree que alguien está en riesgo inmediato de autolesionarse o lastimar a otra persona:
Si cree que alguien está considerando el suicidio, obtenga ayuda de una línea de emergencia para la prevención de la crisis o la crisis. Pruebe la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255.
No hay cura para el TDAH. Los medicamentos solo tratan y ayudan a controlar los síntomas. Sin embargo, la combinación correcta de medicamentos y terapia puede ayudar a su hijo a llevar una vida productiva. Puede tomar tiempo encontrar la dosis correcta y la mejor medicina. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, el monitoreo regular y la interacción con el médico de su hijo en realidad lo ayudan a recibir el mejor tratamiento.
Si no está preparado para darle a su hijo medicamentos, hable con el médico de su hijo sobre la terapia conductual o la psicoterapia. Ambos pueden ser tratamientos exitosos para el TDAH.
Su médico puede conectarlo con un terapeuta o psiquiatra que puede ayudar a su hijo a aprender a lidiar con sus síntomas de TDAH.
Algunos niños también pueden beneficiarse de las sesiones de terapia grupal. Su médico o la oficina de aprendizaje sobre la salud de su hospital pueden ayudarlo a encontrar una sesión de terapia para su hijo y posiblemente incluso para usted, el padre.
Todos los medicamentos, incluidos los que se usan para tratar los síntomas del TDAH, solo son seguros si se usan correctamente. Por eso es importante que aprenda y enseñe a su hijo a tomar solo el medicamento que el médico le receta de la manera que el médico le indica. Divergir de este plan puede causar efectos secundarios graves.
Hasta que su hijo tenga la edad suficiente para manejar sus propios medicamentos de manera inteligente, los padres deben administrar el medicamento todos los días.Trabaje con la escuela de su hijo para establecer un plan seguro para tomar medicamentos en caso de que necesiten tomar una dosis mientras están en la escuela.
Tratar el TDAH no es un plan único para todos. Cada niño, en función de sus síntomas individuales, puede requerir tratamientos diferentes. Algunos niños responderán bien a la medicina solo. Otros pueden necesitar terapia conductual para aprender a controlar algunos de los síntomas.
Al trabajar con el médico de su hijo, un equipo de profesionales de la salud e incluso con el personal de su escuela, puede encontrar maneras de tratar sabiamente el ADHD con o sin medicamentos.