El trauma acústico es una lesión en el oído interno que a menudo es causada por la exposición a un ruido de alto decibelio. Esta lesión puede ocurrir después de la exposición a un solo ruido muy fuerte o de la exposición a ruidos en decibelios significativos durante un período de tiempo más largo.
Algunas lesiones en la cabeza pueden causar un trauma acústico si el tímpano está roto o si se producen otras lesiones en el oído interno.
El tímpano protege el oído medio y el oído interno. También transmite señales al cerebro a través de pequeñas vibraciones.
El trauma acústico puede dañar la forma en que se manejan estas vibraciones, lo que resulta en pérdida de audición. El movimiento del sonido hacia el oído interno puede causar lo que los médicos a veces llaman un cambio de umbral, que puede desencadenar una pérdida auditiva.
Si su médico cree que sus síntomas indican un trauma acústico, pueden tratar de diferenciar entre el trauma que ocurrió repentinamente a través de una lesión y el trauma que se produjo a través de la exposición continua a ruidos fuertes.
Diferentes grados de trauma acústico pueden requerir diferentes tratamientos.
Las personas con mayor riesgo de sufrir traumas acústicos son aquellas que:
Las personas que están continuamente expuestas a niveles de ruido de más de 85 decibelios tienen un mayor riesgo de sufrir traumas acústicos.
Su médico puede proporcionar una estimación del rango de decibeles de los sonidos diarios normales, como una estimación de alrededor de 90 decibeles para un motor pequeño. Harán esto para ayudarlo a evaluar si los sonidos que encuentra lo ponen en un mayor riesgo de trauma acústico y pérdida de audición.
Menos de 70 decibelios o menos se considera seguro para la escucha continua. Este es el nivel de ruido estimado de una conversación grupal promedio.
Tres factores importantes tienen un papel en el trauma acústico. Éstos incluyen:
El principal síntoma del trauma acústico es la pérdida auditiva.
La lesión se produce a nivel del oído interno. Las células ciliadas sensibles pueden perder sus conexiones con las células nerviosas responsables de la audición.
Las estructuras de las orejas también pueden dañarse directamente por el ruido fuerte. Los sonidos repentinos de más de 130 decibelios pueden dañar el micrófono natural del oído, el órgano de Corti.
Las lesiones acústicas pueden lesionar el tímpano, junto con los músculos pequeños en el oído, especialmente el músculo tensor tímpano.
En muchos casos de daños en el sonido a largo plazo, las personas comienzan a tener dificultades para escuchar sonidos de alta frecuencia. Dificultad para escuchar sonidos a frecuencias más bajas puede ocurrir más tarde.
Su médico puede evaluar su respuesta a diferentes frecuencias de sonido para evaluar el alcance del trauma acústico.
Uno de los síntomas más importantes que pueden indicar la aparición de un trauma acústico se llama tinnitus. El tinnitus es un tipo de lesión en el oído que causa un zumbido o un zumbido.
Las personas con tinnitus de leve a moderado casi siempre estarán conscientes de este síntoma cuando se encuentren en ambientes silenciosos.
El tinnitus puede ser causado por el uso de drogas, cambios en los vasos sanguíneos u otras afecciones y factores, pero a menudo es un precursor del trauma acústico cuando es causado por la exposición a ruidos fuertes.
El tinnitus puede ser persistente o crónico. El tinnitus a largo plazo es una buena razón para sospechar un trauma acústico.
Su médico le preguntará a qué tipo de ruidos ha estado expuesto en diferentes momentos de su vida para ayudar a hacer un diagnóstico.
También pueden usar algo llamado audiometría para detectar signos de trauma acústico. En esta prueba, está expuesto a sonidos de intensidad variable y de diferentes tonos para evaluar con más cuidado lo que puede y no puede escuchar.
La pérdida de audición se puede tratar, pero no se puede curar.
Su médico puede recomendar asistencia tecnológica para su condición de pérdida de audición, como un audífono. También pueden estar disponibles nuevos tipos de audífonos llamados implantes cocleares para ayudarlo a lidiar con la pérdida de audición debido a un trauma acústico.
Es muy probable que su médico le recomiende usar tapones para los oídos y otros tipos de dispositivos para proteger su audición.
Estos artículos son parte del equipo de protección personal (PPE) que los empleadores deben ofrecer a las personas cuando están en un lugar de trabajo con exposición a ruidos fuertes.
Su médico puede recetarle medicamentos esteroides orales para ayudar con algunos casos de trauma acústico agudo.
Sin embargo, si experimenta pérdida de audición, su médico hará hincapié en la protección contra el ruido del oído y limitará la exposición a ambientes ruidosos para evitar que el problema empeore.
El trauma acústico y la pérdida auditiva relacionada no pueden revertirse.
Proteger sus oídos de ruidos fuertes y limitar las experiencias excesivamente ruidosas puede ayudarlo a mantener su audición. Un especialista en audición puede ayudarlo a determinar las opciones de tratamiento que sean mejores para usted.