Si bien la esclerosis múltiple no tiene cura, hay muchos tratamientos disponibles que pueden retardar la progresión de la enfermedad, controlar los brotes y controlar los síntomas. Algunos tratamientos pueden funcionar bien para usted, pero otros no. Si no está satisfecho con su tratamiento actual, puede intentar otra cosa.
Hay muchas razones para considerar el cambio de tratamientos. Su medicación actual puede tener efectos secundarios que le molestan o puede que parezca que ya no es tan efectivo como lo fue. Es posible que tenga dificultades para tomar su medicamento, como omitir dosis o luchar con el proceso de inyección.
Una variedad de opciones de tratamiento están disponibles para la EM. Si no está satisfecho con su plan de tratamiento actual, aquí hay cinco pasos que puede seguir para cambiarlo.
Es posible que desee cambiar de tratamiento porque no está seguro de si el medicamento que está tomando es efectivo. Pregúntele a su médico cómo puede saber si su medicamento es eficaz. No deje de tomar su medicamento o cambie su dosis sin hablar primero con su médico.
La medicación puede funcionar correctamente incluso si sus síntomas parecen ser los mismos. Esto se debe a que el medicamento está evitando que se desarrollen nuevos síntomas, ya que controla la inflamación. Puede ser que sus síntomas actuales simplemente no sean reversibles, y su tratamiento apunte a evitar que su condición progrese.
A veces no es el medicamento lo que necesita cambiarse, sino la dosis. Pregúntele a su médico si debe aumentar su dosis actual. También asegúrese de que ha estado tomando su medicamento según lo prescrito.
Si aún piensa que su tratamiento actual no está funcionando, asegúrese de que le haya dado suficiente tiempo. La medicación para la EM puede tardar entre 6 y 12 meses en surtir efecto. Si ha estado en su tratamiento actual por menos tiempo, su médico puede recomendarle que espere antes de considerar un cambio.
Cualquiera que sea la razón para realizar un cambio, debe dejar en claro con su médico lo que no funciona. Tal vez la medicación en la que está tomando le haga sentir mal o requiera pruebas regulares de la función hepática. Tal vez, aunque haya recibido entrenamiento para autoinyectarse su medicamento, aún podría temer la tarea y desear cambiar a una alternativa oral. Los comentarios específicos sobre su tratamiento actual pueden ayudar a su médico a recomendar otra opción que sea mejor para usted.
Los cambios en su vida diaria a veces pueden afectar su tratamiento. Dígale a su médico cualquier cosa que sea diferente, como su dieta, nivel de actividad o patrones de sueño.
Los factores dietéticos como la sal, la grasa animal, el azúcar, el bajo contenido de fibra, la carne roja y los alimentos fritos están relacionados con un aumento de la inflamación que puede empeorar los síntomas de la EM. Si cree que está teniendo una recaída, podría deberse a un factor dietético y no porque su medicamento haya dejado de funcionar.
Actualice a su médico sobre cualquier cambio en el estilo de vida que pueda estar afectando su tratamiento para que juntos puedan tomar una decisión informada.
El aumento de las lesiones en una resonancia magnética y los resultados más deficientes de un examen neurológico son dos signos de que un cambio de tratamiento podría estar en orden. Pregúntele a su médico si puede hacerse pruebas actuales para ver si debe cambiar los medicamentos.
El acrónimo S.E.A.R.C.H. Actúa como una guía para elegir el mejor tratamiento para la EM basado en los siguientes factores:
La Asociación de Esclerosis Múltiple de América proporciona S.E.A.R.C.H. materiales para ayudarlo a determinar el mejor tratamiento de EM para usted. Considere cada uno de estos factores y discútalos con su médico.
Existen múltiples opciones de tratamiento disponibles para la EM. Si desea cambiar su tratamiento actual, tenga claro por qué su médico puede ayudarlo a elegir otro que sea mejor para usted.
A veces, los tratamientos funcionan según lo previsto incluso si no nota ningún cambio. Consulte con su médico para ver si esto es cierto en su caso antes de cambiar de medicamento.
A medida que considera sus opciones, continúe tomando su medicamento actual y no cambie su dosis hasta que hable con su médico.